FÓRMULA MATEMÉTICA
TSR = (DS + G) * E / T
El TSR equivale a un Desarrollo Sostenible con
la exigencia de una Gobernanza participativa impregnados de un componente
Ético que tiene lugar sobre un determinado Territorio.
PARA QUÉ (utilidad)?
El TSR se construye a partir de unas
expectativas o efectos esperados, por lo que los resultados o impactos deben ser conocidos,
medidos y evaluados. Los impactos harán referencia a la triple cuenta de
resultados (económico, social y medioambiental), ampliado con la dimensión
laboral y de Buen Gobierno.
- Un TSR proporciona el espacio idóneo para el ejercicio de la ciudadanía libre y en igualdad.
- Un TSR contribuye a la mejora y protección del medio ambiente.
- El TSR hace que el territorio sea más competitivo.
- El TSR contribuye a la cohesión territorial y al desarrollo de un modelo policéntrico de organización territorial.
- El TSR mejora el rendimiento del capital social de un territorio.
- El TSR genera cohesión social y gestiona la diversidad.
- El TSR fortalece la democracia y la legitimidad de sus instituciones y organizaciones.
- Un TSR mejora de la calidad de vida y el bienestar de la comunidad.
CÓMO?
Primera etapa:
Ante la cuestión de cómo se construye
un TSR y cómo se gestiona, un punto de partida puede ser que todos
los agentes involucrados apuesten por gestionar en primer lugar la propia RS
interna (RSA, RSE, RSC, RSO, RSU…)
Seguidamente es preciso la divulgación,
valoración y reconocimiento de las buenas prácticas que cada agente realice,
puesto que puede funcionar como factor demostrativo, de ejemplo y de arrastre
para otros. La “explicación” y “reconocimiento” puede venir desde el
lado de lo público, pero también de los agentes sociales y económicos, medios
de comunicación o agentes encargados de generar y distribuir conocimiento
(universidades, institutos, centros académicos,
etc.)
Pero la extensión, penetración y
capilaridad de la RS solamente será una realidad cuando se incorpore de lleno a las
cadenas de suministro, abastecimiento y subcontratación privada y pública. Sin
perder el carácter voluntario, la RS no debe quedarse en un mero reconocimiento
social, sino que debe tener repercusión directa en la competitividad y
rentabilidad de las empresas.
Por tanto, es necesaria la prescripción
(desde unas empresas a otras para mantener relaciones comerciales o desde
las organizaciones empresariales y sindicales), la aplicación de
incentivos, cláusulas sociales (desde la Administración), el fomento de la compra y consumo
responsable entre la ciudadanía (desde las organizaciones de consumidores, desde
los medios de comunicación…)
Segunda etapa:
Procesos de diálogo y entendimiento
multi-stakeholders: es preciso disponer de espacios donde, a partir del
diálogo, se llegue a un compromiso compartido desde el que se puedan diseñar estrategias colaborativas que
tiendan a lograr los retos generales de la comunidad, creen sinergias y valor
conjuntamente, sin dejar de atender los intereses particulares de cada una de
las partes. Triple ganancia: yo gano, tú ganas… gana el territorio.
Es preciso desarrollar un modelo de
trabajo en red que provea un
sistema de coordinación de recursos, una puesta en
común de conocimientos y propuestas, y un acuerdo sobre los principios y los
objetivos comunes que guiarán a sus integrantes, convirtiendo lo que sería
una secuencia de voluntades y responsabilidades individuales en una sinergia
capaz de influir en objetivos estratégicos.
Tercera etapa:
Cada territorio debe dotarse de los
instrumentos de planificación y de gestión que mejor encajen con su realidad
político-institucional, social y territorial: Agenda 21, Agenda de la RST,
planes estratégicos territoriales (o sectoriales). Sería deseable avanzar en el
concepto de Plan Global o Integral de Responsabilidad Social en el Territorio,
al igual que se ha avanzado en la RSE.
En cualquier caso, la RS tiene que
considerarse como eje vertebrador para la aplicación de actuaciones
(transversalidad). Además, sean cuales sean las necesidades y retos que se pretendan
abordar, el componente ético, que forma parte de la propia identidad del TSR y
constituye un elemento diferenciador de otros espacios que no posean ese plus,
tendrá su manifestación en la prioridad que se ha de otorgar a ciertas áreas de
acción política y social, sobre todo las relacionadas con la solidaridad, la
igualdad, la lucha contra la exclusión en todas sus formas, la protección de los
colectivos vulnerables, y otras muchas actuaciones tendentes a restablecer un equilibrio
social muchas veces dañado.
Las áreas y prácticas a desarrollar con
diversas, como diversos son los retos. En cualquier caso, las soluciones deben
mantenerse en un equilibrio entre el marco legal que sitúe los mínimos aceptables
y la voluntariedad con sustancia a la responsabilidad social.
Asimismo, las soluciones deben ser
innovadoras y sostenibles económica, social y medioambientalmente. Las soluciones
deben basarse en el concepto de innovación sostenida, social, y/o socialmente
responsable (entendida como la capacidad de generar e incorporar conocimientos para
dar respuestas creativas a los problemas del presente y anticipar el futuro).
De
este modo, será un factor clave para mejorar la competitividad y para favorecer un
desarrollo en los territorios, pero no sólo en términos de crecimiento económico, sino
desde una perspectiva más integrada (impactos económicos, laborales,
socioculturales, ambientales, etc.)
Cuarta etapa:
Un TSR tiene expectativas de retorno.
Retorno que servirá de palanca para un nuevo impulso y así de manera continuada
acercarse cada vez más al modelo de sociedad visionada.
Para facilitar este retorno, poner en
valor los activos responsables, rendir cuentas, realimentar el compromiso de los
stakeholders y enriquecer otras prácticas y experiencias de TSR es necesario
comunicar los resultados. La comunicación afectará a la imagen y reputación del
territorio. Puede incorporarse en los planes de marketing territorial, city marketing,
etc. o bien elaborarse un Plan específico de Marketing Social.
La comunicación, visibilidad y
reconocimiento global de los TSR pueden realizarse a través de la participación en redes,
nacionales (eg. RETOS) o transnacionales de TSR, donde se compartan ideas y buenas
prácticas, donde se desarrolle la innovación y transferencia de conocimiento
sobre esta materia o donde se elabore una Marca de Territorio que otorgue
reconocimiento y reputación.
Fuente: Red Retos
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